En el marco del Día Mundial del Árbol, que se celebró el pasado 28 de junio, nos fuimos a la comunidad La Revolución, en el municipio Guaicaipuro, en el estado Miranda, para sumarnos a la jornada de arborización, recuperar un área abandonada y transformarla en un pulmón verde para nuestra ciudad.

Gracias a la participación de los participantes del Proyecto Integral de Gestión Comunitaria (Proyecto AA) y de otros vecinos de la comunidad, plantamos árboles emblemáticos de la zona, como Castaño, Bucare rojo, Majagua, Notillo y Guamo y también, árboles frutales para alimentar a las aves.
En esta oportunidad quisimos ir un poco más allá de la siembra de plantas que aporten sombra, esta vez quisimos que las aves pudieran tener su alimento en este espacio recuperado. Sembramos plantas de Níspero, Guayaba y Guanábana. Mantener cerca a las aves ayuda al correcto funcionamiento de los ecosistemas, porque las aves desempeñan roles importantes dentro de la naturaleza; como su importante contribución al proceso de polinización, también ayudan a dispersar las semillas, se alimentan de insectos, de esta forma ayudan a controlar las plagas de forma natural, entre otras muchas otras funciones que muchas veces pasan inadvertidas a la vista de los humanos.
Ing. Agrónoma Josefina Oropeza/Técnico de Campo AC municipio Guaicaipuro. Edo. Miranda
Agregó la ingeniera Oropeza que cada árbol plantado es un banco de semillas natural, de gran valor para la diversidad biológica porque contribuyen a la propagación de la especie, a su adaptación al suelo. Además, el banco de semillas del suelo, brinda información acerca del estado de las especies potencialmente capaces de reemplazar a las existentes y del tipo de especies que componen la vegetación presente y circundante, así como su relación con la fauna silvestre.

Previo a esta actividad, el equipo de campo de AC en Guaicaipuro, dictó talleres de sensibilización sobre el cuidado y mantenimiento de las áreas verdes, recolección y selección de semillas, entre otros. A partir de ahora, los vecinos y los participantes del proyecto quedan a cargo del cuidado del espacio recuperado, de su riego, control y mantenimiento.

La participación ciudadana fue clave para lograr este resultado inspirador y un ejemplo de cómo podemos recuperar terrenos y sembrar conciencia ambiental a la vez, ayudando de esta forma, a mitigar el cambio climático.